Según ha informado Correo Farmacéutico, el Gobierno sueco, a través del Stockholm County Council, ha elaborado un listado de medicamentos recomendados según su coste, eficacia e impacto medioambiental. El personal de los centros de salud tiene que seguir estas recomendaciones, “al menos en un 80 por ciento de los casos”, ya que en caso contrario podría verse afectado su salario. Las autoridades sanitarias del país nórdico logran así reducir la prescripción de los fármacos más contaminantes con un sistema que implica a médicos, farmacéuticos y laboratorios.
Correo Farmacéutico, que ha tenido acceso a la última actualización, señala que los resultados han sido “insuficientes” para las autoridades suecas y que están considerando otros “incentivos” para lograr que los medicamentos que se fabriquen sean más respetuosos con el medio ambiente, como mayores precios de venta y la ampliación del periodo de la patente por varios años.
Estas medidas contarían además con el visto bueno de la industria farmacéutica, que lleva colaborando con esta iniciativa desde 2003 mediante la participación de laboratorios como AstraZeneca, Lilly, GSK, Merck, Roche o Pfizer.
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