Apostar por la comunicación para no dejar a nadie atrás
Publicado el 31 mayo, 2021 por SIGREInauguramos hoy una nueva sección en nuestro blog que lleva por nombre FIRMA INVITADA, y en donde queremos recoger las opiniones de distintos expertos en el ámbito de la salud y el medio ambiente.
Con ello, pretendemos enriquecer los contenidos publicados en este canal, hacerlos más abiertos y plurales y también más útiles e interesantes para todos nuestros lectores. Por supuesto, esta sección dará voz a las opiniones particulares de los colaboradores invitados.
La protagonista de nuestra primera FIRMA INVITADA es María García de la Fuente, presidenta de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), a quien queremos dar la bienvenida y agradecerle enormemente su colaboración, compartiendo con todos los lectores del blog de SIGRE su post Apostar por la comunicación para no dejar a nadie atrás.
¡Esperamos que os guste!
Apostar por la comunicación para no dejar a nadie atrás
Vivimos una época de cambios y transiciones. Después de más de un año de parón obligatorio por la pandemia del coronavirus, tenemos que replantearnos qué Planeta queremos. Durante los meses del confinamiento tuvimos tiempo para parar y pensar, detenernos y reflexionar sobre qué estábamos haciendo con nuestro mayor tesoro: nuestro hogar, la Tierra. Un planeta único, al que estábamos tirando a matar. Acabar con todas las formas de vida, solo para conseguir más consumo y llegar más rápido a los sitios. Producir y consumir a costa de todo y todos, y a cualquier precio. Ese era el modelo productivo que teníamos.
Esa situación no puede volver. No era la normalidad. Esquilmar recursos no es lo normal. Y no se trata ahora de volver a esa mal llamada ‘normalidad’.
Es el momento de construir, y digo construir, porque significa levantar desde ce
ro un nuevo modelo de producción, una nueva forma de vivir. Esos meses confinados, valoramos lo que habíamos tenido. Las cosas sencillas como escuchar a las aves, dar un paseo por la playa o por el monte o abrazar a nuestros seres queridos. Espero que ese tiempo de estar en casa nos ayudara a valorar el Planeta que tenemos.
De esas reflexiones tiene que salir una transición a una sociedad que no vuelva al usar y tirar, que no volvamos a consumir sin sentido, a compras compulsivas, a la vida ‘fast’ y a producir sin pensar que todo lo que se ponga en el mercado se tiene que poder reciclar.
Ese modelo lineal de compro, consumo y tiro pertenece a otro siglo. No tenemos un planeta de usar y tirar. Por eso, la transición que está en marcha debe ir hacia la economía circular.
Hasta ahora estaba de moda estrenar. Utilizar materiales nuevos, materias primas de primera extracción. Pero la escasez de recursos naturales, el mayor coste para su obtención y quizás también una mayor concienciación ambiental, han hecho que la moda sea ahora reducir, reutilizar y reciclar. El despilfarro de recursos es un sinsentido y no nos lo podemos permitir como Planeta ni por nuestra propia salud.
Esa ropa que sólo nos ponemos un par de veces es un crimen contra la naturaleza. Han hecho falta muchos recursos naturales, desde las fibras vegetales como el algodón hasta el agua, para fabricarla y no estamos para malgastar ni un solo gramo de naturaleza.
El cambio hacia una economía circular es inevitable y además es el futuro.
Reducir porque seguramente la mitad de los objetos que tenemos en casa, por no decir la tercera parte, son suficientes para tener la misma calidad de vida que hasta ahora. Se trata solo de comprar con cabeza. No de acumular.
Reutilizar porque cuando ya no necesitemos esos objetos, no hace falta aparcarlos en el trastero, seguramente hay personas que les pueden dar una segunda vida, como cuando nuestros hijos crecen y ya no necesitamos la cuna, la bañerita o la sillita de paseo, y la donamos a otros.
Y reciclar. Lo que nos sobra en casa no es basura, son materias primas para otros productos. La ropa que se rompe, se puede reparar, y cuando ya no dé más de sí, esas telas pueden servir para fabricar ropa nueva. Y de igual forma con el vidrio, los envases de plástico y aluminio, los restos de medicamentos que no utilizamos y sus envases, las pilas o el papel y cartón. Tenemos en casa una auténtica mina de materias primas, deseando volver a ponerse en marcha para dar vida a nuevos productos.
Y por salud. No solo por la salud del planeta, que también, sino por la nuestra. Llenar el planeta de vertederos, merma nuestra salud. Por eso la transición hacia una economía circular también es una cuestión de salud. Reducir, reutilizar y reciclar contribuye a tener un aire más limpio.
Y para lograr ese cambio exitoso y que la transición a la economía circular no deje a nadie atrás, es necesario comunicar. Informar, explicar y contar qué podemos hacer los ciudadanos y qué están haciendo las Administraciones y las empresas. Poner cara a los ejemplos a seguir para que avancemos en la conservación de la naturaleza y la reutilización de materias primas. Nos jugamos nuestro Planeta.
María García de la Fuente
Presidenta de APIA